Odontología
La odontología es la rama de la medicina que se enfoca en el estudio, prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades y trastornos relacionados con la cavidad oral y los tejidos maxilofaciales.
Entre las principales áreas de la odontología se encuentran la odontología preventiva, que se centra en la prevención de enfermedades bucales y la promoción de una buena salud oral; la odontología restauradora, que se enfoca en la reparación y restauración de los dientes dañados o perdidos; y la ortodoncia, que se dedica al diagnóstico y tratamiento de los problemas de alineación y mordida de los dientes.
En general, la odontología juega un papel importante en la prevención y el tratamiento de enfermedades dentales y bucales, lo que puede tener un impacto significativo en la salud general de las personas.
Odontopediatría
Iniciar la revisión bucal desde una corta edad permite evitar tratamientos más comprometidos en el futuro. Un control habitual de todas las piezas dentales ayudará a diagnosticar a tiempo cualquier patología.
Bruxismo
El bruxismo es un trastorno que consiste en rechinar o apretar los dientes, principalmente los posteriores (molares) de forma inconsciente. La fuerza que se produce al apretar los dientes ocasiona presión e inflamación de los músculos, de los tejidos y de otras estructuras que rodean a la mandíbula, alterando, en muchas ocasiones la función de la articulación temporo-mandibular.
Además, puede producir dolor muscular facial, cefalea en la región temporal, dolor de oído, rechinamiento, lesiones en los dientes y en la propia articulación temporo-mandibular con o sin ruido articulares audibles, fatiga o rigidez de los músculos masticatorios, que se aprecia por la mañana o por la noche, con dientes hipersensibles, ansiedad, estrés y tensión, insomnio, depresión y trastornos alimentarios. Cuando el bruxismo se produce durante la vigilia, se relaciona con las emociones de ansiedad, estrés, depresión, ira, frustración o tensión. En cambio, cuando se da mientras se está durmiendo, se vincula a la actividad de masticar relacionada con trastornos del sueño como son roncar y las apneas. En este bruxismo nocturno es donde aparece el rechinamiento de los dientes.
Si bien el bruxismo no se considera una patología, sino un trastorno, sus síntomas específicos pueden acabar provocando patologías de la ATM y alterar actividades de la vida diaria del paciente, pudiendo verse este inmerso en una situación realmente invalidante. En relación al tratamiento del bruxismo, su objetivo será reducir el dolor, prevenir el daño dental permanente y disminuir el comportamiento de rechinar los dientes lo máximo posible. Se podrá ofrecer tratamiento farmacológico, ortopédico (férulas para ayudar a proteger los dientes y la articulación de la presión que se ejerce) psicológico (aportar al paciente herramientas para afrontar el estrés) y rehabilitación específica cráneo-facial. El tratamiento debe realizarse siempre de manera personalizada. La finalidad será eliminar el dolor, conseguir la relajación y la modificación de los comportamientos diarios.
Higiene bucodental
La ausencia de restos de comida entre los dientes o en contacto con las encías contribuye a mantener la salud bucodental. Su limpieza a diario es la gran aliada de un buen estado de dientes y encías, previene caries y otras patologías, como la periodontitis y la gingivitis. Ambas empiezan con irritación e inflamación de las encías, que llegan a sangrar y en los dos casos se inicia por la acción de las bacterias que se acumulan junto a restos de comida sobre las encías.
Una higiene bucal realizada de manera profesional en la consulta del dentista, habitualmente, al menos una vez al año, asegura la liberación de buena parte de minúsculos restos o cúmulo de placa. La placa es el poso que va quedando de pequeñas concentraciones microbianas procedentes de la saliva o de restos de comida pero que resultan casi inapreciables a la vista pero que se adhieren al diente y a la encía y los dañan.
Con tecnología punta, el especialista higiénicodental libera de todos esos cúmulos y aconseja cómo realizar también en casa una correcta higiene día tras día.
Extracción muelas del juicio
Los terceros molares o cordales, conocidos mucho más como muelas del juicio, suelen nacer cuando se tienen entre 16 y 22 años. Por ello, como el resto de piezas dentarias ya están en su lugar, las del juicio a menudo aparecen en un margen inadecuado, sobre el arco dental, en uno u otro lateral, arriba o abajo, en espacios incluso en los que su crecimiento correcto no es posible. De ahí que la mayoría de veces haya que extraerlas. De lo contrario, la presión sobre otras piezas dentales, encías o incluso hueso, puede causar dolor, en la zona afectada o también dolor de cabeza, fiebre y enrojecimiento de la mejilla.
El proceso de extracción es rápido e indoloro, puesto que se realiza con una pequeña administración previa de anestesia. Gracias a la tecnología del 3D, el especialista ubica perfectamente el lugar al que hay que acceder para vaciar el obstáculo que supone la muela del juicio.