Pasamos de no tener mucho tiempo con nuestros hijos a pasar con ellos 24 horas al día con un único escenario: nuestra casa.

Este momento que nos ha tocado vivir, nos da la oportunidad de parar, pensar, reconectar con nosotros mismos y conectar sobre todo con nuestros hijos. También nos hace de puente, porque nos ayuda forzosamente a conectar con el niño que fuimos un día, con el padre o madre que somos ahora. Y la clave para hacer que este tiempo sea una oportunidad para crecer como persona y como familia se resume en estar presente. Hagamos lo que hagamos, será bueno si lo hacemos estando presentes.

Para sostener estos días de estancia forzosa en casa de la mejor manera posible hay que empezar por observar a nuestros hijos y los recursos que tiene nuestro hogar. Este ejercicio de observación nos ayudará a elegir las actividades o juegos más interesantes en cada caso.

A continuación encontraréis unas propuestas para ayudar a encontrar momentos divertidos, agradables y también de aprendizaje junto a nuestros pequeños.

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