¿La obesidad es una enfermedad? ¿Se puede curar?
La obesidad es una enfermedad crónica y multifactorial, pero infravalorada, tal como subraya la Sociedad Española de Obesidad, que considera que, por los diversos riesgos que conlleva para la salud, debería dejar de infravalorarse, y ser diagnosticada y tratada correctamente por médicos especialistas. De hecho, la obesidad es la enfermedad más prevalente en España en la actualidad.
La Organización Mundial de la Salud define el sobrepeso y la obesidad como la acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. De ahí que ambas patologías se hayan incluido en la Declaración Política de las Naciones Unidas sobre las Enfermedades No Transmisibles. Para combatirlas, un plan de acción mundial establece metas hasta el 2025, entre ellas, la detención del aumento de la obesidad mundial hasta recuperar los niveles que había en el 2010. En Catalunya, y tal como se desprende de la Enquesta de salut de Catalunya 2019, más de la mitad de la población de 18 a 74 años y el 34,6% de la población de 6 a 12 años tiene exceso de peso, el 24,4% presenta sobrepeso y el 10,1%, obesidad. El sobrepeso afecta por igual a niños y niñas, pero la obesidad es más frecuente en los niños (13,8%) que en las niñas (6,4%). Los mismos datos revelan que casi una tercera parte de la población de 3 a 14 años (29,7%) consume de manera frecuente productos hipercalóricos, sin diferencia según el género. Precisamente, la principal causa de la obesidad y el sobrepeso es el desequilibrio energético entre las calorías consumidas y las gastadas. La humanidad ha aumentado progresivamente el consumo de alimentos con alto contenido calórico, ricos en grasa, y ha disminuido las actividades físicas, en gran parte porque la mayoría de trabajos se realizan sentados delante de una pantalla de ordenador.
Tanto el sobrepeso como la obesidad se calculan de manera simple dividiendo el peso de una persona en kilos por el cuadrado de su talla en metros (kg/m2). El resultado es el denominado Índice de Masa Corporal (IMC) que, si es superior a 25 kgs, indica sobrepeso y, obesidad si alcanza o sobrepasa los 30. Con estos niveles de IMC, las cardiopatías, accidentes cerebrovasculares, la diabetes, osteoartritis y diversos cánceres, como el de mama, próstata hígado, riñones o colon pueden darse con más frecuencia, así como la disminución de la esperanza de vida en personas con sobrepeso u obesidad.
La genética es una de las posibles causas o influencias de la obesidad. En una familia con antecedentes de diabetes, probablemente existirá un mayor riesgo de obesidad en los descendientes. Los hábitos de vida, como un excesivo sedentarismo, y las costumbres alimentarias también influyen en padecer o no obesidad y pueden propiciar o prevenir la obesidad y el sobrepeso, en caso de antecedentes familiares con ella.
Ambas patologías se pueden prevenir con una ingesta más saludable de alimentos y la práctica de ejercicio físico de manera habitual. Pero la responsabilidad y esfuerzo individual requeridos para eliminar grandes cantidades de grasa de más en el cuerpo no siempre son asumibles para quien carga con ello desde tiempo atrás, por ello se suelen considerar enfermedades crónicas.
Aunque la obesidad es considerada una enfermedad crónica, la cirugía denominada bariátrica, que es la prescrita en casos de exceso de grasa perjudicial para la salud, permite reducir el peso y, con ello, el riesgo de patologías que la gran obesidad comporta. La cirugía de la obesidad concentra diversas técnicas que, en función del funcionamiento metabólico del paciente y su historial médico, se aplica en el tratamiento del exceso de peso en los casos de perjuicio para la salud.