Corachan, conseller de Sanitat y autor del Diccionari de medicina
En 1933, el doctor Manuel Corachan presidió el Sindicat de Metges de Catalunya, y en mayo de 1936, el presidente de la Generalitat de Catalunya, Lluís Companys, le ofreció el cargo de conseller de Sanitat i Assistència Social. En aquel momento, Corachan ya contaba con un prestigio notable en la comunidad médica. Él fue uno de los médicos que asistió al presidente Francesc Macià en su lecho de muerte.
La labor de Corachan como Conseller de Sanitat, sin embargo, fue breve, tan solo duró sesenta días, porque el 1 de agosto de 1936 presentó su dimisión a Companys. Lo hizo después de haber recibido amenazas y chantajes por parte de activistas del entorno anarquista. Y un mes después, el Dr. Corachan se exilió con su esposa a París.
Aquel mismo año se publicó la que puede ser considerada, de entre todos los libros que escribió Corachan, su gran obra: Diccionari de medicina. Son 829 páginas que incluyen vocabulario catalán-castellano y francés-catalán, un trabajo que hizo su gran aportación a la normalización y difusión de la lengua y cultura catalanas. August Pi i Sunyer, que presidía entonces la Academia de Medicina de Barcelona, y Pompeu Fabra, miembro del Institut d’Estudis Catalans, fueron los autores del prólogo del diccionario.
Fue un proyecto que se le encargó a Corachan en el marco del VI Congrés de Metges i Biòlegs de Llengua Catalana celebrado en 1930 por la Associació de Metges de Llengua Catalana. Querían que aquel diccionario ayudara a regularizar el degradado lenguaje médico-sanitario en el catalán de la época. Pero el contexto sociopolítico, en plena Guerra Civil, no allanó en absoluto el camino a aquella herramienta lingüística. Su distribución se había previsto para otoño de 1936, pero se desaconsejó totalmente. Como estrategia para esquivar las adversidades, se optó por repartirlo de manera muy discreta, y por fascículos, entre los asistentes a un congreso médico celebrado en Perpinyà. El Col.legi Oficial de Metges de Barcelona se encargó de encuadernar los ejemplares sobrantes para retirarlos y guardarlos, por prudencia, durante el franquismo, época durante la cual el diccionario formó parte de las publicaciones prohibidas por el régimen. Desde el Col·legi de Metges solamente se facilitaba la obra a contados colegiados de confianza interesados en el tema. El resto de la edición de aquel Diccionari de medicina de Manuel Corachan fue custodiado en el sótano del Casal del Metge, ubicado en la Vía Laietana, en varias cajas cerradas, a la espera de tiempos mejores. Pero, de manera fortuita, una inundación los destruyó.
A finales del 2018, el Departament de Salut y l’Arxiu Nacional de Catalunya digitalizaron el diccionario, destacando la importancia de esta obra pionera que sentó las bases del moderno lenguaje médico en catalán en el siglo XX.