Cirugía oral y maxilofacial
Para corregir desviaciones o deformación de una zona de hueso maxilar, es decir, de la mandíbula, se utilizan técnicas de cirugía ortognática. Y otra cirugía, la maxilofacial, se ocupa mejorar las malformaciones en la boca o mandíbula que ya se presentan al nacer o bien que han sido adquiridas con el tiempo, por ejemplo, en un accidente.
En caso de grandes traumatismos, en los huesos de la cara o mandíbula, debidos a un accidente, la intervención quirúrgica, en manos de cirujanos maxilofaciales especialistas en traumatología craneofacial, se suele realizar de inmediato porque la vida puede estar en juego especialmente si ha habido grandes lesiones. Si quedase alguna cicatriz, la cirugía maxilofacial puede precisar más su corrección estética.
Las imágenes en 3D del estado de la cara le permite al cirujano planificar su intervención y el recorrido de las herramientas quirúrgicas para que el paciente recupere totalmente la funcionalidad de la mandíbula y los músculos de la cara.
Una intervención muy frecuente del especialista en cirugía maxilofacial es la corrección de la fisura labiopalatina. Algunos bebés, al nacer, presentan el labio superior partido labio leporino). Para que pueda respirar, tragar y posteriormente hablar con total normalidad, como prioridad, pero también para su aspecto estético, se realiza una operación.
Cáncer oral
La proliferación de células malignas en cualquier rincón de la boca se identifica como cáncer. Las estadísticas en España señalan que 7 de cada 100.000 personas cada año sufren un cáncer de boca. Este tipo de cáncer supone el 5% de todos los cánceres que se dan.
Las células malignas pueden aparecer en la encía, en la lengua o en las glándulas salivales menores, como zonas más habituales de irrupción del cáncer. Una de las principales causas del cáncer de boca es el tabaquismo.
Llagas que no cicatrizan, fatiga, pérdida de piezas dentales o dolor en algunos dientes o muelas pueden indicar que se están desarrollando esas células malignas.
Como en la mayoría de los cánceres, la detección precoz es la gran aliada de su curación. Su tratamiento dependerá del estado en el que se halle el cúmulo de células malignas ya desarrolladas. El objetivo es limpiar la zona afectada y regiones colindantes para cortar la propagación de las células anómalas.
Disfunción de la ATM
Las siglas ATM nos refieren a la Articulación Temporo Mandibular, aquella que realiza el hueso de la mandíbula, y que permite que abramos la boca, mastiquemos y realicemos todos los movimientos bucales necesarios para beber, hablar, bostezar, etc…
Cuando se siente dolor en el hueso de la mandíbula, al masticar, o realizar alguno de los movimientos habituales con la boca, puede ser debido a un problema localizado en la ATM. El Síndrome de dolor y disfunción temporo-mandibular recoge dicho malestar y es un equipo multidisciplinar de diferentes profesionales puesto que las causas pueden provenir de diferentes implicaciones. Apretar los dientes mientras se duerme (bruxismo) por ejemplo, puede dar lugar al dolor mandibular, y tras esta circunstancia puede esconderse algún problema psicológico, como la ansiedad. Malas posiciones al dormir pueden provocar dolor también mandibular.
El uso de una férula durante la noche puede hacer desaparecer el dolor. Se puede llegar a tratar, según la complejidad, con cirugía mínimamente invasiva, mediante la introducción de una cámara microscópica en la articulación, en la zona delantera de la oreja, para localizar el punto desde el que irradia el dolor y corregirlo, sin necesidad de una gran cirugía abierta.
Glándulas salivares
La saliva, necesaria para la actividad bucodental, que mantiene lubricadas las encías y actúa contra agentes patógenos, como bacterias, entre otras funciones, se produce en las glándulas salivales. Las glándulas son una célula o varias encargadas de secretar sustancias, en este caso, saliva. Forman parte del aparato digestivo y se localizan en la mucosa lingual, el paladar blando, en el músculo de la lengua, en el piso de la boca, bajo las mejillas y bajo los labios. En ellas se pueden desarrollar tumores, que normalmente son visibles. De ahí que una atenta higiene diaria permite detectar cualquier malformación que pueda surgir en alguno de los puntos donde se localizan las glándulas salivales. Su localización precoz es clave en la curación.
Tumores de cabeza y cuello
La cirugía maxilofacial se encarga de tratar tumores que aparecen en cualquier zona de la boca, en la cara o en el cuello.
Además del desarrollo y concentración de de células malignas (tumores) localizado en las glándulas salivales, como hemos visto, especialmente en las parótidas –situadas a ambos lados de la cara, próximas a las orejas, y voluminosas-, los tumores también se pueden desarrollar a partir de células localizadas en la mucosa oral.
Tabaco y alcohol propician en gran medida el desarrollo de cánceres bucales. Cualquier molestia dentro y fuera de la boca puede estar alertando de la aparición de un tumor, ya sea benigno o maligno, que se verá tras realizar una biopsia, por lo que conviene acudir lo antes posible a la consulta del especialista para que revise la zona adolorida.
De nuevo, la extracción del tejido afectado por el crecimiento de células malignas formará parte del tratamiento, así como la regeneración posterior del tejido de la zona.