La cadera es una articulación esférica formada por la cabeza femoral y la cavidad acetabular de la pelvis. Su forma esférica le permite una movilidad amplia en todos los planos.

Cualquier alteración de este movimiento, ya sea en relación con esfuerzos físicos, la vida cotidiana o enfermedades del organismo, debe ponernos en alerta y, cuando menos, solicitar una valoración.

Nuestro cometido como especialistas es diagnosticar las lesiones de forma precoz y frenar su evolución.

Cuando la destrucción articular es evidente y avanzada, el recambio protésico ofrece unos resultados buenos y predecibles.