A continuación te contamos algunos mitos comunes sobre las mamografías que debes conocer:

1. “No necesito preocuparme por las mamografías porque no tengo ningún síntoma y no hay antecedentes de cáncer de seno en mi familia.”

La realidad: te recomendamos realizar revisiones anuales a los 40 años. Sin embargo, si tienes un historial familiar sólido, tus exámenes deberían comenzar antes.

¿Por qué es importante la detección temprana?

La detección temprana aumenta la tasa de supervivencia. A la primera señal de cualquier síntoma o cambio en el seno, es imprescindible contactar con tu médico. Ten en cuenta que no todos los cambios en el seno conducen al cáncer, sin embargo, todos los cambios deben abordarse.

Según la American Cancer Society , los cánceres de seno en etapa temprana tienen una tasa de supervivencia a cinco años de casi el 100%. Los cánceres en etapas posteriores tienen tasas de supervivencia del 24%. El cáncer de seno no siempre es heredado, lo que significa que el hecho de que no tengas antecedentes familiares no significa que no tengas posibilidades de contraerlo.

2. “Una mamografía es dolorosa y me expongo a radiación innecesaria”

La realidad: Sí puedes experimentar un poco de molestia debido a la compresión de los senos, pero no experimentarás dolor. Se tomará una imagen de tu seno y se comprimirá en un grado que sea tolerable para ti. Ten en cuenta que la compresión es importante porque extiende el tejido y hace que las estructuras del seno sean más visibles.

Las máquinas de hoy en día utilizan dosis bajas de radiación para obtener imágenes mamarias de alta calidad. La exposición a la radiación está dentro de las pautas médicas.

3: “Una mamografía detectará todos los cánceres. Y si se encuentra un bulto, es canceroso.”

La realidad:  No todos los cánceres de seno se encontrarán con la mamografía, sin embargo, la detección es esencial.

Las afecciones mamarias no cancerosas son comunes. A veces, estas afecciones benignas, causan síntomas que imitan el cáncer, lo que dificulta la diferencia. Si tu mamografía muestra un área sospechosa, puedes requerir imágenes adicionales en mamografía, ultrasonido o resonancia magnética.

El Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM), afirma que en España se diagnostican al menos 22.000 nuevas pacientes de cáncer cada año, y destaca la importancia  de que las pacientes acudan a revisiones anuales, para tener mayor posibilidad de curación.

Desde Clínica Corachan animamos a todas las mujeres de 40 años o más a consultar con su ginecólogo para realizarse anualmente una mamografía ya que es una de las formas más eficaces para detectar el cáncer de mama. La prevención es vital para conseguir un diagnóstico precoz.