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3 de mayo de 2022

Miopía, hipermetropía y astigmatismo

La miopía, la hipermetropía y el astigmatismo son alteraciones visuales comunes causadas por problemas en la refracción ocular, es decir, en variaciones en el tamaño o la forma de los ojos. Estas provocan dificultad para ver, ya que las imágenes se presentan borrosas o desenfocadas.

¿Qué es la miopía?

La miopía es la enfermedad visual más común, y se calcula que alrededor de uno de cada cuatro españoles la padecen.

Ocurre cuando el ojo afectado es más largo o más curvo de lo normal y el enfoque de las imágenes se produce antes de llegar a la retina. Las personas con miopía tienen dificultad para ver de lejos con nitidez y, en cambio, ven correctamente las imágenes de objetos cercanos.

Esta alteración es generalmente hereditaria, congénita y suele desarrollar en la infancia. En cuanto al tratamiento, requiere corrección óptica. También se puede corregir mediante cirugía láser. Recientemente está dando buenos resultados el uso de lentes de contacto específicas para el control de la miopía. Se recomienda su uso en niños, a partir de 8 años, con la finalidad de ralentizar la progresión de la miopía.

Existen factores que pueden agravar la evolución de este defecto refractivo. Estos son la falta de luz solar y las actividades que requieren un enfoque constante de cerca. En este sentido, el creciente uso de pantallas ha incrementado exponencialmente su incidencia en los últimos años, especialmente con el impacto de la pandemia (clases online y teletrabajo).

 

Los síntomas más habituales de la miopía son:

  • Dificultad para ver de lejos
  • Dolor de cabeza y ojos
  • Fatiga ocular
  • Molestias al conducir, especialmente de noche

 

¿Qué es la hipermetropía?

La hipermetropía se puede explicar como el defecto opuesto a la miopía, ya que el ojo tiene una longitud menor de lo normal, y entonces las imágenes de los objetos lejanos se enfocan detrás de la retina. Esto provoca que la dificultad radique en ver los objetos de cerca, que aparecen distorsionados o que no se pueden enfocar.

 

Los síntomas más habituales de la hipermetropía son:

  • Dificultad para ver de cerca
  • Dolor de cabeza
  • Fatiga ocular

Esta enfermedad también puede ser congénita y hereditaria. En ocasiones, durante la infancia puede ser compensada con los músculos oculares, que permiten ver razonablemente bien, pero con los años se pierde esta capacidad, y entonces la alteración no empeora, pero se hace más manifiesta. En el caso de tener estrabismo (desviación de uno o ambos ojos), es probable que se padezca hipermetropía. El uso de gafas o lentillas puede ayudar a corregirla. También puede tratarse mediante cirugía refractiva.

 

¿Qué es el astigmatismo?

El astigmatismo, a diferencia de la miopía o la hipermetropía, se explica por una deformación de la córnea, que provoca una visión poco definida, borrosa o distorsionada a todas las distancias. Además, el astigmatismo a menudo coexiste con la miopía y la hipermetropía.

Se calcula que entre un 20% y un 40% de la población tiene astigmatismo. A menudo la causa es hereditaria, pero también puede aparecer después de un golpe o una cirugía, como una operación de cataratas. En ocasiones, también puede ser señal de otras enfermedades o traumatismos.

Existen dos tipos de astigmatismo, el regular, que se puede corregir con gafas (lente cilíndrica), y el irregular, que requiere lentes de contacto especiales o cirugía con anillo corneal. En casos graves, en que la curvatura de la córnea ha aumentado exponencialmente (queratocono), y se han agotado el resto de opciones terapéuticas (lentes de contacto especiales y crosslinking), puede llegar a ser necesario un trasplante de córnea.

 

Los síntomas más habituales del astigmatismo son:

  • Visión deformada, alargada y borrosa
  • Dolor de cabeza
  • Fatiga visual

 

Diagnóstico y tratamiento

La miopía, la hipermetropía y el astigmatismo se diagnostican con pruebas exploratorias básicas que miden la refracción y la graduación. Dependiendo del caso, se pueden corregir mediante la graduación óptica con gafas, lentes de contacto o cirugía refractiva, con láser o implante de lentes intraoculares.

En Clínica Corachan contamos con un Departamento de Oftalmología formado por un equipo de profesionales cualificados que podrán resolver todas tus dudas y acompañarte durante el proceso de diagnóstico y tratamiento, de forma personalizada. Asimismo, cuenta con una Unidad específica para el control de la miopía.

Autor: Equipo Admiravisión

Fuente: Admiravisión

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