Fases del Alzheimer

Fase 1: Alzheimer Preclínico

En esta fase temprana, la persona no muestra síntomas evidentes de deterioro cognitivo, pero los cambios cerebrales ya han comenzado. El Alzheimer puede estar presente durante años antes de que aparezcan los primeros signos. Durante esta etapa, las placas de beta-amiloide se acumulan en el cerebro, pero las habilidades cognitivas y funcionales se mantienen intactas. Esta fase solo puede ser detectada a través de pruebas avanzadas como escáneres cerebrales o análisis de líquido cefalorraquídeo.

Fase 2: Deterioro Cognitivo Leve (DCL)

El deterioro cognitivo leve es la etapa en la que comienzan a manifestarse los primeros signos de la enfermedad. Los síntomas incluyen pequeños problemas de memoria, dificultades para encontrar palabras adecuadas o episodios de confusión. Aunque estos problemas son notables, generalmente no interfieren con la vida diaria del individuo. En esta fase, las personas pueden darse cuenta de que algo no está bien, pero siguen siendo independientes.

Fase 3: Demencia Leve

En la fase de demencia leve, los síntomas son más evidentes y comienzan a afectar las actividades diarias. La persona puede tener dificultades para realizar tareas cotidianas, como manejar las finanzas, planificar eventos o recordar información reciente. También pueden surgir cambios en la personalidad, como irritabilidad, ansiedad o depresión. En esta fase, el apoyo de familiares y amigos se vuelve más necesario, aunque la persona aún conserva cierta independencia.

Fase 4: Demencia Moderada

En la fase moderada, el Alzheimer comienza a impactar significativamente la vida del paciente. Las personas pueden olvidar detalles importantes de su vida, como su dirección o el nombre de sus seres queridos. La confusión aumenta, y pueden perderse en lugares familiares. También es común que necesiten ayuda para vestirse, bañarse y alimentarse. Los cambios de humor, la agresividad o la paranoia pueden ser más pronunciados en esta etapa.

Fase 5: Demencia Grave

La fase grave es la etapa final del Alzheimer. En este punto, el deterioro cognitivo y físico es severo. Los pacientes pueden perder la capacidad de hablar, reconocer a sus seres queridos o controlar movimientos básicos. Necesitan cuidados constantes para todas las actividades diarias, y el riesgo de infecciones u otras complicaciones de salud es elevado. La calidad de vida se ve gravemente afectada, y la atención se centra en el confort y el bienestar del paciente.

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En Clínica Corachan y en el Servicio de Neurología, estamos comprometidos a proporcionar la mejor atención y apoyo a los pacientes con Alzheimer y sus familias. En este Día Mundial del Alzheimer, recordemos la importancia de la investigación, la detección temprana y el cuidado compasivo.