Según el VI estudio realizado por la empresa farmacéutica CinfaSalud sobre running, estas dolencias que afectan a la rodilla son las segundas más frecuentes entre los corredores. La mayoría de las cuales se pueden evitar con prevención y entrenamiento adecuado.

Según el Dr. Cristian Sempere, médico especialista en medicina del deporte de Clínica Corachan, el primer paso a la hora de practicar deporte es obtener información médica sobre cuál es el estado de salud o sobre cuál es el estado físico en el que te encuentras (fuerza, resistencia aeróbica, resistencia muscular, potencia…), para poder adaptar los ejercicios tu situación y así evitar posibles lesiones.

Es importante recordar que la rodilla es una articulación de carga, la que soporta el peso del cuerpo, compuesta por tendones, cartílago y meniscos, los cuales deberíamos tenerlos en condiciones óptimas para para poder realizar una práctica deportiva segura. Por eso, desde Clínica Corachan hemos reunido algunos consejos que te ayudarán a evitar cualquier lesión de rodilla:

1. Utiliza calzado apropiado: La elección y el estado de las zapatillas, es una de las tres causas principales por las que el corredor se lesiona. Actualmente existe infinidad de oferta de bambas que cubren todo el espectro de posibilidades para evitar lesiones como la tendinopatía o la fascitis plantar, entre otras.
   
   
2. Alterna diferentes superficies: Es importante encontrar un equilibrio entre correr en terrenos duros (cemento o asfalto) y en superficies blandas (césped o tierra) para adaptar nuestros músculos y huesos a los diferentes tipos de pavimentos. Deberíamos hacer una combinación adecuada a terrenos y compatibilizar con deportes sin impacto como el ciclismo, para aumentar el rendimiento deportivo y prevenir sobrecargas musculo-esqueléticas.
   
   
3. Controla tu peso: Las rodillas son articulaciones de carga, ya que soportan gran parte de todo nuestro cuerpo. Por eso, es importante mantener un peso adecuado para no cargar en exceso a tus rodillas.
   
   
4. Conserva un buen tono muscular: Los músculos protegen a los huesos y a las articulaciones de las rodillas. Ejercicios como la bicicleta, la natación, el pilates o el yoga pueden ayudar a ganar flexibilidad y estabilidad, evitando sobrecargas por exceso de impacto.
   
   
5. Emplea una buena técnica para correr: Aunque parezca un consejo muy básico, cualquier error en la postura o a la hora de pisar puede provocar lesiones. Evita zancadas largas, mantén tu espalda recta y no pises demasiado fuerte. Si crees que ayuda, acude a un profesional.
   
   
6. Aumenta de vez en cuando el ritmo de entrenamiento: Busca nuevos retos y metas, siempre de forma progresiva y constante. Un buen indicador de mala evolución es la fatiga, dolor o inestabilidad.
   
   
7. Calienta siempre antes de salir: Uno de los consejos más repetidos a la par que importantes a la hora de evitar lesiones. Nunca salgas a correr o a practicar deporte sin haber calentando antes. Los estiramientos pueden ayudar a reducir la tensión muscular acumulada, no se debería estirar en posiciones estáticas o forzadas, lesionarás tus músculos. Es importante realizar estiramientos dinámicos con movimiento, ayudarás a darle salud a tu motor muscular.
   
   
8. Acude a tu médico en el momento que sientas algún dolor, no te fuerces.
   
   
9. Sé prudente después de una lesión: asegúrate de que has realizado un buen proceso de recuperación y readaptación a la práctica deportiva y que tienes el alta médica antes de volver a hacer ejercicio con normalidad.

Desde Clínica Corachan te animamos a que antes de realizar actividad física de una manera periódica, acudas a algún profesional sanitario para que pueda adaptar los ejercicios a tu situación física actual. Además, en el momento que empieces a notar el primer dolor, por mínimo que sea, también te recomendamos que acudas a nuestro departamento de traumatología Lenox Corachan, donde contamos con los mejores profesionales que te acompañarán desde la primera visita hasta el último día de tu recuperación.