La leche materna es el mejor alimento para tu bebé y el único que necesita hasta los seis meses de vida, porque cubre todas sus necesidades nutricionales, inmunológicas y emocionales.

Además, se aconseja continuar con la lactancia materna hasta al menos los dos años de vida, complementando con otros alimentos.

Pero dar el pecho no es solo la opción más recomendable para tu bebé, sino también para ti al tener ventajas para tu salud. Entre ellas, la prevención de diferentes enfermedades y una mejor recuperación del parto o la cesárea.

A pesar de ser un acto natural, al amamantar pueden surgir dudas y dificultades que pueden interferir en el proceso e incluso llegar a provocar el abandono de la lactancia materna. 

Por este motivo, es fundamental que, como mamá, cuentes con todo el apoyo necesario para que dar el pecho sea algo cómodo y gratificante tanto para ti como para el bebé.

En ese sentido, la figura de la consultora en lactancia materna es clave, sobre todo durante la estancia en el hospital.

Las funciones de la consultora en lactancia materna

Para conseguir una lactancia materna satisfactoria, es necesario que el bebé esté bien agarrado al pecho y seguir una serie de indicaciones básicas para fomentar la suficiente producción de leche.

Precisamente, la consultora en lactancia materna se encarga de ayudar a las madres a lograr este objetivo. También, de resolver todas las consultas que puedan aparecer a la hora de amamantar y ofrecer soluciones a los posibles contratiempos.

En el caso de Clínica Corachan, contamos con una Unidad de Maternidad formada por un equipo multidisciplinar de pediatras, neonatólogos, enfermeras y auxiliares de clínica con gran experiencia, formación específica y certificación en el fomento de la lactancia materna.

Todos ellos están a disposición de la reciente mamá para ayudarle a instaurar de forma efectiva la lactancia durante su estancia en el hospital y siempre que lo necesite.

Consejos para una lactancia materna satisfactoria

El contacto precoz entre mamá y bebé durante sus dos primeras horas de vida es clave para garantizar el éxito de la lactancia materna, por lo que debe respetarse siempre que sea posible.

Asimismo, hay una serie de recomendaciones a seguir que son de gran ayuda a la hora de amamantar.

• Hay que ofrecer el pecho a demanda. Es decir, siempre que el bebé muestre signos de hambre, frecuentemente y sin restricciones.
• Madre e hijo deberían permanecer juntos en la misma habitación. De este modo, se podrán detectar rápidamente las necesidades del recién nacido.
• Hay que dejar que el bebé mame de un pecho hasta que lo suelte, y después ofrecerle el otro.
• Limitar las visitas, en la medida de lo posible, favorece un mejor descanso de madre e hijo y permite un ambiente más tranquilo y relajado. Esto es algo fundamental a la hora de iniciar la lactancia materna.
• No hay que dar al bebé leche artificial por cuenta propia. En caso de que se considere necesario, será el pediatra quien hará la prescripción de la fórmula infantil más indicada.
• No es recomendable el uso de chupetes, biberones o tetinas, ya que puede crear confusión al bebé a la hora de mamar.
• Es fundamental buscar ayuda si aparece dolor y/o grietas en los pezones. Generalmente, los problemas de lactancia se solucionan corrigiendo la posición y el agarre del bebé al pecho.